Cerca de 2 millones de Euros se han gastado los participantes en una subasta organizada ayer Sábado por Artcurial consagrada al universo de Hergé.
Sin duda resulta curioso que en momentos de inestabilidad y crisis económica se relacione a material de este tipo como una inversión de valor seguro. Otro tipo de inversiones está sujeta a fluctuaciones del mercado, donde el capital invertido se encuentra a merced de parámetros ajenos a nuestro control, pero en el caso de artículos como los subastados ayer sábado y en vista de la evolución sufrida en los últimos años, independientemente de la bonanza económica anterior o de la crisis generalizada actual, el valor de lo invertido suele producir dividendos en la mayoría de los casos. Esto me lleva a la siguiente pregunta… ¿este material lo compran inversores económicos como quien compra un lingote de oro… o son coleccionistas a los que la cuantía a pagar les supone únicamente uno de los pasos para poder acceder a un material de este tipo?…
En particular me ha llamado la atención que la mayoría de los precios de venta estimados han sido superados en el precio de venta final. Esto solo se puede producir cuando existen multitud de pujadores que van elevando el precio para poder hacerse con el artículo, y algunos de ellos están dispuestos a pagar por ello más del valor estimado inicialmente.
Como ejemplos de lo que comentaba anteriormente podemos destacar
– Plancha firmada de «estrella misteriosa» (1942) con valor estimado de 160.000 Euros y vendida finalmente por 202.100 Euros.
– Crayonné de «Tintin en el tibet» (1959) con valor estimado de 140.000 Euros y vendido finalmente por 189.500 Euros.
– Crayonné de «Stock de coke» (1958) con valor estimado de 140.000 Euros y vendido por 176.800 Euros.
– Parte superior de crayonné de «joyas» (1963) con valor estimado de 50.000 y vendido por 65.700 Euros.
Por otra parte se han alcanzado precios de venta por algunos artículos que han establecido nuevos records en sus propias categorías, como por ejemplo una edición de «Cangrejos» vendida por 70.600 Euros, o un «Soviets» vendido por 59.200 Euros. Un «Tintín en el Congo» de 1931 por 40.300 Euros. Incluso entre los productos derivados, una escultura de bronce de Tintín realizada por Nat Neujean ha sido vendida 27.800 Euros.
En resumen, el mundo del coleccionismo es un universo del que se conoce únicamente una pequeña parte y el mundo de las finanzas está reservado solo para inversores «potentes», pero si unimos ambos mundos se produce un coctel explosivo… y eso es lo que se produce una y otra vez con los records obtenidos en la subasta anterior… «BooM»